family with History
Pureco Family

Pureco Shop - One of a Kind
A different and innovative workshop with rich traditions carried from generation to generation.
Guided and created by master craftsman Joaquin Pureco, a man with over 7 decades in the copper industry.
Mr. Pureco, a teacher at the "CASA DEL ARTESANO" local school, has had the opportunity to inherit this wonderful gift to his children, and grandchildren, and also to the town's inhabitants for over 45 years.
During his youth and his eagerness to help his community, Mr. Pureco participated in organizations that came to reinvent the community which brought benefits and innovations for everyone in the community.
Among these innovations, was the first jackhammer that was introduced to Santa Clara at the "Casa del Artesano", and the first national copper contest now hosted yearly.
Joaquin Pureco and Teresa's (Joaquins wife rest in peace) family was a large and Traditional one, among his children were Angel, Pedro, Jorge, Servando, Isidro, Manuel and three beautiful women.
All members of this family have worked together and achieved many prizes for creativity and imagination in their pieces. However, the pride of following this tradition has given a tremendous pride to our people of Santa Clara which is now well known for its rich culture and copper art.
Now Pedro Pureco, a craftsman and retired chef, with wide experience in copper art, the market and the traditions, along with the support of all his family has undertaken a new project extending the family business to an international level.
Opening his own Craft Shop in Long Beach, CA. Where he sells and promotes exclusive pieces imported from Santa Clara del Cobre aside from Pureco'
s exclusive pieces, Pedro Puerco also has included art pieces from other artisans from different parts of Europe, Japan, and India always giving credit to the creators.
Pureco family is proud to represent Santa Clara del Cobre in the United States, and is content by contributing to the economy of its inhabitants.
History of Santa Clara Del Cobre
Fray Martín de Jesús fundó, en 1521, Santa Clara de Acuero, pero no seria hasta 1553 que se promulgaría su fundación legal, con el nombre de Santa Clara de los Cobres, denominación que en 1858 se le cambió por Santa Clara de Portugal, para en 1932 tomar su actual nombre de Villa Escalante, en recuerdo a un revolucionario del lugar.
Sin embargo, esta nueva nominación no venció a la tradición y en la actualidad se le sigue conociendo como Santa Clara del Cobre, importante centro artesanal de este metal fundido y martilleado, aunque también tienen algo que ver las monjas de Santa Clara que se establecieron, conventualmente, en este lugar.
En este poblado y sus alrededores, los antiguos indígenas de la región martilleaban el cobre para crear artículos utilitarios, adornos como cascabeles zoomorfos, bezotes, aretes y otros instrumentos como el hacha, al igual que en aleaciones con oro.
No seria sino hasta la llegada del obispo Vasco de Quiroga, el Tata Vasco que muchos de los artesanos de Michoacán aún recuerdan como si hubiese sido ayer, que la organización y progreso de las actividades artesanales y de los oficios floreció en esta otrora provincia de Valladolid.
Este religioso, enseñó a perfeccionar las técnicas artesanales de los nativos, al mismo tiempo que introducía nuevas formas de elaboración provenientes de España, entre ellas, la técnica de la fundición y el martillado, las cuales perduran hasta nuestros días.
Oficio familiar
Este arte es una tradición que ha pasando de generación en generación; es común ver que desde los 10 años los niños comienzan a aprender este oficio, del que poco a poco le tomarán un profundo amor.
Con martillos en mano y mientras los más pequeños se encargan de alimentar la llama de la fragua, los más experimentados se turnan para ir calentando y dar forma a un pedazo de cobre inanimado.
Un martillo, marro y varillas de acero enterradas en el suelo, son las únicas herramientas que estos artistas utilizan para lograr una pieza única y perfecta, el resto proviene de su mente y sensibilidad.
El tiempo de trabajo en cada pieza va desde los 4 días hasta dos o tres meses completos, dependiendo del tamaño o terminado que quiera dársele, ya sea un sencillo acabado liso o espejo, hasta incrustaciones de otros metales, complicados grabados florales o tribales y vistosos tonos verdosos, en las formas más caprichosas que su imaginación y creatividad les permite.
La variedad y terminaciones en los trabajos que se pueden encontrar en este poblado es enorme y es fruto de los años de práctica y tradición artesanal que ha sido heredada entre las familias.
Atractivos adicionales
Santa Clara cuenta con el Museo Nacional del Cobre, donde se muestran objetos encontrados en el lugar de este metal, producidos por los antiguos tarascos y en donde se exhiben las piezas artísticas y artesanales que han sido ganadoras de premios en concursos y exposiciones nacionales e internacionales.
Una de las fechas más importantes en esta comunidad es a mediados de año, entre agosto y septiembre, que es cuando se lleva a cabo la Feria Nacional del Cobre, evento durante el cual los artistas del lugar compiten entre los para saber quién realizó la pieza más bella y mas detallada. y sobretodo porque se celebra a la Patrona del pueblo: Santa Clara.
Hay también una escuela-taller y una cooperativa que lleva el nombre de Vasco de Quiroga, así como una Casa del Artesano para la capacitación, preparación y desarrollo de la técnica.
Si gusta del arte sacro, una visita a su Templo principal, dedicado a Santa Clara, es una buena opción para admirar.
Una caminata por el pueblo, admirando su típica fisonomía y descansando en la plaza principal, es buena terapia para alejar el estrés cotidiano.